...hay leyes locales y leyes internacionales.Somos los leyes del lock&loll. Cantarán los chinos.
Era ayer cuando tomaba un café junto a mi amigo Ricardo, quien se tomaba una cerveza, compartiendo barra.
Decía, cuando apliquen la ley anti-tabaco en el establecimiento, no irá nunca más. Por suerte, o desgracia de quienes persiguen tan implacablemente a los delincuentes del humo, ese establecimiento posee licencia de terraza…
Otros bares, seguramente, deberán cerrar o traspasar a comerciantes chinos, porque no van a estar para invertir, seguramente el banco no les cubrirá el cambio de negocio al que se verán obligados.
En cuanto a locales de ocio nocturno, sometidos a leyes europeas para los que se han ido adaptando, cada vez son más los controles policiales que se ejecutan, perjudicando a los propios locales o clientes, quienes son interceptados por una copa de más, o por unas caladas que fumé.
Leyes aplicadas con estricto rigor cuando el delincuente no es más que una persona que apuesta por una cultura social donde haya fiesta de verdad, diálogo de tu a tu...
Reducción de consumo, esta es la base, que lleva a reducción de beneficios, destrucción de empleo, cuando hablamos de consumo de productos nacionales, aquellos que no producen deuda externa.
Entiendo que en el tercer milenio se apuesta por cambios sociales, para mejorar la convivencia, no tengo duda. Pero estos cambios necesitan una transición, ya que hablamos de matar, exterminar, una parte de nuestra cultura.
Quienes se han educado en esta cultura, a partir de la implantación de la ley y de sus represiones policiales, se verán obligados a recluirse en sus casas, donde podrán observar que el gasto en alcohol es menor, cuando habrá multiplicado su consumo.[¡]
Sanidad ya se encargará de ellos, claro, si modifican la ley de la eutanasia. [¡]
No vamos bien… debe ser que el heavy mató al rock&roll
1 comentario :
Un caso real de empresario: el auge económico de principios de 2000, planeado con cheques sin fondos del PP, llevó gran actividad al polígono industrial. Fruto de ello, se benefició mi amigo Antonio, que llenaba su restaurante con tres turnos de menú diario, ofreciendo empleo a una plantilla de 5 y él que casi ni dormía. Pudo comprar hasta la nave, esa nave que hoy se ve vacía, lleva 4 años así, y parece que va para siempre.En el polígono se oyen persianas y puertas que jamás volverán a abrir.
Con la primera reforma de la ley anti-tabaco, se puso en manos de una financera para costearse los costosos metracrilatos y aparatos de extracción de humo, entre multiples medidas que exigía la ley.
Ridícula nave, en la que un par de obreros han caído allí para comer, uno en la zona de 100 m2 de fumadores y otro en la de 40m2. Se ven tras el metracrilato y piensan, yo hoy no como postre que me harán pagar toda la infrastructura.
Y así sigue Antonio, ainss los buenos tiempos y de qué mala gana seguirá pagando el crédito de los metracrilatos.
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